viernes, 20 de noviembre de 2015

Hablando se entiende la gente... sólo a veces!

Cuando se acercan los dos años comienzan los comentarios, ahí vienen los berrinches y las pataletas, lo que has visto hasta ahora no se compara con lo vendrá, y bueno cada quien lo toma como quiere, amenaza o advertencia.

Ayer después de despedir a mi hija para que su papá la llevara a la escuela, lo primero que me vino a la mente fue qué fácil es ser la mamá de Sofía, supongo que algo en nuestra labor de ser padres no lo estamos haciendo tan mal, pero estoy convencida de algo, comunicación, hablar es la clave de muchas cosas, no debemos subestimar la capacidad de entendimiento de nuestros hijos.
A qué me refiero con ello, Sofía es de carácter fuerte, si quiere algo busca la manera de obtenerlo a como dé lugar, a veces uno puede ceder pero en otras simplemente se debe ser más enérgico porque está en juego su seguridad o se trata de un mero capricho.

Nuestra fórmula para enfrentar esos episodios ha sido hablar, ponernos a su nivel, y explicarle de manera sencilla las razones del porque sí o porque no se puede hacer algo, esto nos ha funcionado, para quitar el biberón nocturno, pero el hecho de explicarles y darles razones para que se comporte de determinada manera también ser un arma de doble filo.

La zona por la que vivimos tiene aceras muy estrechas y pasan demasiado autos, así que ella insistía en caminar para cruzar la calle, así que tuvimos que explicarle más de una vez que era mejor que la cargáramos, después de varias explicaciones al fin entendió. Pero un día estábamos en una calle muy transitada con una acera muy amplia, así que le pedí que caminara porque a mi ya me dolía la espalda de tanto cargarla, su respuesta fue: mamá no puedo caminar, porque pasan muchos carros... upps me dio una respuesta razonada utilizando los argumentos que yo le había dado, con ello aprendí que todo puede ser usado de manera inversa, habrá que seguir dialogando y empezar a tratar el tema de las excepciones que confirman la regla. 

Sé que esto no es una técnica infalible, pues son unos críos ansiosos por conocer el mundo, por explorar y por desafiar a quien quiera ponerles límites, eso es lo más normal y sano, no me imagino tener una hija zombie que obedeciera a raja tabla lo que sus padres le dicen,  me tiene enamorada el verla como aprende día a día, ver como se define su personalidad y como se adapta a este mundo, sin duda ser padres tiene momentos de tranquilidad y de alboroto, días buenos, días estresantes, días muy divertidos que te llevan a la cama con una gran sonrisa y un enorme cansancio. 


miércoles, 18 de noviembre de 2015

Madres de manual o el manual vale madres

Son ya más de dos años que esta historia comenzó, ser madre me ha hecho redescubrirme cada día, sí, en lo bueno y en lo malo, al final me siento buena madre, que no es lo mismo a la madre perfecta, esas no existen, o si existen si partimos de que soy la madre perfecta para mi hija, basta de juzgarnos  y de juzgar a otras madres. 

Cuando está por llegar un bebé todos hacen miles de comentarios sobre cómo criar a un niño, esto es lo que debes hacer, no lo acostumbres a los brazos, establece rutinas, debe dormir la siesta a la misma hora, elimina la siesta para que se duerma temprano, que se duerma en su cuarto, el colecho es lo mejor para su desarrollo, e infinidad de comentarios que te bombardean y como madre primeriza en lugar de ayudar te estresan.

Pareciera que todos tenemos el conocimiento absoluto sobre la crianza de los niños, estamos en una época en donde la información es lo que nos sobra, basta poner una pequeña frase en el goglee y ¡zaz! las verdades fluyen a montones, la cuestión es ¿es más fácil ser padre en la época actual? o ¿antes lo llevábamos mejor?, creo que antes nuestras madres se estresaban menos en lo referente al juzgarse a sí mismas qué tan buenas o qué tan malas madres eran, solucionaban las situaciones como se iban dando, no tenían un abanico de opciones para comparar entre lo "bueno" y lo "mejor".

Confieso que un principio devoraba artículos, leía todo lo relacionado con cada etapa de desarrollo de un bebé, menos mal que nuestra hija ha sido una vivaracha que todo o casi todo lo ha hecho con antelación a su etapa, así que nunca me preocupé por si iba bien o mal, he dejado de hacer caso a los comentarios de: ya deberías de quitarle el pañal, está muy apegada a la madre, no debería de tomar en biberón, debería ser más independiente, etc.

Finalmente lo que hace nuestra hija es solo algo que nos incumbe a su padre y su madre, dejemos de sentir que tenemos el derecho de opinar sobre los demás, o lo que deberían hacer los demás, cada familia es diferente, cada niño es diferente, unas cosas funcionarán muy bien con unos pero no con todos.

He aprendido que cada niño va a su tiempo, sin presiones van obteniendo sus logros, si debemos tener ciertas rutinas que son por su bien, como el lavado de dientes o la hora de dormir, pero tampoco ser inflexibles, reconozco que a veces los padres por evitar el conflicto nos volvemos un tanto laxos pero es en donde debemos tener la capacidad de autoevaluarnos y ver si estamos evitando un berrinche para llevar la fiesta en paz o debemos poner un poco de disciplina para beneficio de nuestros hijos y nuestro también.

Por ejemplo, eliminar el biberón para dormir, es algo de pensarse, mi hija siempre se quedaba dormida con su biberón, hasta pedía su leche dormilona, y eso lo hacíamos a sabiendas que debíamos eliminarlo para evitar las caries de leche, pero quitarlo sin duda iba a ser motivo de dramas, así que es mejor no pensarlo y actuar, no debemos subestimar la capacidad de entendimiento de nuestros hijos, primero le explicamos una noche antes que era la última noche que dormiría con biberón al día siguiente el biberón iba a desaparecer, no sé si me entendió pero cumplimos lo dicho al día siguiente tomó su leche, se lavó los dientes y se durmió sin problema,  perfecto, funcionó, fue más fácil de lo que pensábamos. Pero no crean que fue así de fácil, eso fue la primera noche, la siguiente fue drama total, pero ahí no nos queda más que ser persistentes, ¿qué es mejor unas noches de llanto o pagar facturas enormes de odontopediatra?

Conclusión el manual para criar a nuestros hijos lo escribimos nosotros mismos como padres cada día, cada niño y cada padre responde a circunstancias diferentes, simplemente seamos nosotros mismos y tengamos claro que es lo mejor para nuestros hijos, no que es lo más fácil.

lunes, 3 de agosto de 2015

Fin de semana de pataletas


Este lunes, parece ser un lunes muy deseado, pues desde que llegó nuestra hija a la familia nuestra vida se revolucionó, y no es que haya llegado de sorpresa, para nada, ella fue planeada, deseada y esperada, pero lo que no fue planeado, deseado y esperado fue su carácter. A los pocos meses de nacida descubrimos que lo suyo no era tomar siestas, hasta pensé que algo andaba mal, pero no, resultaba que era una bebé activa que le interesaba descubrir el mundo,  pues el dicho de que un  bebé duerme y come, es sólo eso UN DICHO.

Han pasado ya dos años, nos hemos ido acoplando mejor, estamos enamorados de su logros, de sus ocurrencias, pero nadie nos había advertido el lado oscuro, el lado B, de estas hermosas criaturas, si, los padres por lo general omiten lo que hay atrás de las sonrisas, de las primeras palabras, de los juegos y las risas, no todo es alegría... hay BERRINCHES, PATALETAS, que surgen de la nada, o eso parece, de verdad de la risa pueden pasar a la más grande pataleta jamás antes vista, de esas que cuando no tienes hijos, imaginabas que tus hijos no las tendrían, pero ahí estas frente a una criatura que se ha quedado trabada en un berrinche y hagas lo que hagas parece inútil, pasas por todos los estados de ánimo en segundos, lo intentas todo, te dan ganas de tirarte y llorar a su lado, pero la paciencia surge como magia, o bueno la invocas a gritos, al menos hasta ahora me ha acompañado me desconozco hasta donde puede llegar mi paciencia, no gritar, hacer lo que todo manual de buena madre dice e intentar redirigir las aguas al cauce, tarde o temprano llega la calma de nuevo, pero se debe actuar de manera calculada porque de pronto se acuerdan que estaban llorando y va de nuevo, de seguro ya ni se acuerdan cual fue la causa pero saben que su berrinche quedó inconcluso. 
Todo esto es parte de ser padres, este fin de semana no fue el mejor, hubo berrinches  y más berrinches, y hoy se ha quedado en la escuelita tan tranquila que hasta me ha dicho "adiós mamá", después de no dejarme ni ir al baño, de traer a mi koalita para todos lados...